Nota bio-bibliográfica

27 de mayo de 2007

Jacarandas In via


Vemos la hermosura, y la vemos como un fin, algo a lo que llegar y zambullirnos. Un deseo de entrar con los dos pies, con todo el cuerpo, y chapotear resoplantes en su materia.
Las jacarandas empiezan ahora a soltar sus hojas sobre la acera, como fino polvo de hadas que se llevará el viento. El viento "entre los sauces" que antecede a las tormentas de verano.
El color de la jacaranda nos invita, sí, a acercarnos y meternos dentro, hacia no sé qué territorios de colores-luz, de tonos con vida privada, inverosímiles y reales. Pero, conforme pasan los años, también he llegado a ver a las jacarandas como compañeras de viaje. Van escoltando, intermitentes y fieles –mayo, octubre–, a la vera del camino nuestros años de gloria y ruina, nuestro confuso carnaval, nuestro cauce hacia la mar, que es el morir. A la vera del camino. Son compañeras, pues también avanzan, aunque parece que estén quietas y mudas, hacia su consumación. Carne de jacarandá, magra materia que deseamos morder como una fruta, y que aguarda también el mundo futuro, y lo anticipa.

12 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Cómo acercan y hermanan esas jacarandas, querido Jesús!

P.S.: La de la foto no es azul, es del color de las de aquí.

Anónimo dijo...

El Jacarandá... compañero de viajes para vos, compañero de travesuras de Plaza para mi. Acá, donde vio hay muchos, son BELLOS en esencia. El color de sus flores es especial, un celeste indefinido, casi lila. En mi ciudad, hay una Plaza hermosa que está rodeada de Jacarandas, en primavera, cuando florece, forma una alfombra con sus flores en el piso. Llenan los ojos con ese color. Yo he jugado en esa plaza de chica, como tantos niños hacen ahora y el recuerdo de esas flores permanece como recuerdo de esa infancia. Son grandes testigos.

Anónimo dijo...

siempre me sorprendes
la foto es armónica, equilibrada....el tronco casi negro, ese indefinible e inefable color de la jacaranda, o jacarandá.
árbol procedente de Méjico, traido para la exposición del 29. Es el censo mas numeroso de la ciudad mágica de Sevilla, por encima con varios cuerpos de ventaja sobre el naranjo amargo y mucho mas numeroso que el Plátano de Indias.
Busca en el jardín del Maestranza un par de increibles Ceibos, y otro par en la entrad del Alfonso XIII, y otro en un chalet de la Palmera, entre Albaydar y La Botella. No hay mas, Merecen la pena.
Pero nada comparado con la Jacaranda, y nada comparado con tu manera de escribir, cabrón.

Solo a ti se te podría ocurrir escribir sobre este árbol que me enamora.
¿has visto la rotonda de la Audiencia? Bárbaro.

Anónimo dijo...

Ooooh La jacarandá te inspira querido Beades. El final es mmmm...

E. G-Máiquez dijo...

La prosa está a la altura de la foto, y viceversa. Gracias dobles.

Anónimo dijo...

Gracias, anónimo, por el comentario del ceibo. Andaba loca intentando identificar ese árbol que crece muy cerca de mi casa, en La Palmera.

A las jacarandas de la Audiencia les saqué un montón de fotos el otro día. Imposible resistirse a sus encantos.

Anónimo dijo...

ha sido un placer
en realidad lo nombraba, explicándome fatal, porque siendo el árbol que es (creo que en Argentina es árbol nacional o una cosa rara de esas...llora sangre el ceibó, ya sabes) tan bonito, y con esas flores tan rojas y llenas de belleza, pues es el menos numeroso de Sevilla, al revés que la jacaranda, el más numeroso....solo están censados los ceibos que nombro, al menos era así a final del siglo pasado.

Anónimo dijo...

Oh, de nuevo un grandioso post de jacarandas. La foto triunfante y el texto aún mejor. Esa jacaranda es malva, pero el otro día en la calle Ramón y Cajal estaban azuladas, quizás por la puesta de sol que las oscurecía... Ojalá hubiera tenido una cámara para captarlo, fue precioso.

Jesús, tú metiste jacarandas en algún poema, no??

Jesús Beades dijo...

Supongo que sí, Buentes; recuerdo un verso: "las jacarandas como recién hechas". Me parece que es uno de los primeros fragmentos de "La Ciudad Dormida". Ah... y el último poema de "Tierra firme", ahora que caigo... que en el último verso dice "pronto sabré quién inventó su luz". ¡Muy bien Buentes, muy bien! (¿cuándo vienes por casa? Anda, llama al Cerero y pasaos por aquí).

Anónimo dijo...

El Ceibo es la Flor Nacional de Argentina. Aparece nombrada en varias canciones. Una de ellas es La Zamba del Chalchalero donde uno de sus versos dice "Ceibo, lastimadura del corazón" canción que justamente cantan Los Chalcharleros. Es una zamba muy bella. También hay una de Cafrune que dice "Chua,chua, chaua, jajaja, no cantes más torcacita, que llora sangre el ceibal"
Y claro, del Jacarandá (que en plural para nosotros los argentinos es jacarandaes) está la canción de María Elena Walsh que dice... "al este y al oeste lluve lloverá, una flor y otra flor celeste del Jacarandá"
Saludos a Todos...

Anónimo dijo...

gracias por las informaciones florales

antiguamente los concursos florales, osea, los poéticos, se premiaban con flor natural y diploma, muy poético pero poco nutricio.

lo de llora sangre el ceibal me trae recuerdos pretéritamente lejanos, como de un siglo fallecido
Cafrune falleció (se cayó de un caballo) pero...¿y Marito?

lo que no acabo de entender es lo de nombrar una flor en lugar de otra con ese pomposo título de Flor Nacional, como le pasa a los canadienses con la hoja de arce


no es demérito ni crítica, es que no lo entiendo
¿existen mas cosas Nacionales? ¿existe el Bicho Nacional? aquí sería la cucaracha, por su similitud con los que nos gobiernan ¿existe el Arbusto Nacional? propongo el boj, tan literario.

¿es porque en Argentina hay mucho ceibo? ¿es porque es muy bella la flor, especie de orquídea en miniatura roja como la sangre?
(sabéis de donde viene el nombre "orquídea" es muy curioso)

en cualquier caso a mi me gusta mas la lobelia, humilde y deslumbrante, o la margarita, que en manada en las cunetas y los campos y los solares abandonaos de las ciudades y con prosopia y lujuria nos arrolla los akais en primavera

¿se va recuperando Argentina?
ojalá sea pronto

Anónimo dijo...

la sutileza y la inteligencia es una cualidad que de siempre se le ha concedido a los argentinos, pero desde luego no el sentido del humor, que toito te lo consiento meno que me miente a mi mare....patria, y menos a su national flower

seguro que les luthiers no podían haber nacido en ningún otro sitio, pero no todos los argentinos soportan igual los comentarios
y mira que lo siento, pero tanta castidad no le va bien a la niebla, es como si no dejara mirar mas allá del medio metro