Hombre, recuerdo que lei el libro hace annos (o anyos, o anhos, o agnos) y que no me parecio gran cosa, pero ahora que tiene web y que tu lo recomiendas, creo que le dare una segunda oportunidad.
Qué desastre de título de entrada, Prendes. No recomiendo ese libro (que no he leído), sino que era un disémico juego de palabras, para enviar al lector a la conversación en el otro blog. Y chinpún.
4 comentarios:
Hombre, recuerdo que lei el libro hace annos (o anyos, o anhos, o agnos) y que no me parecio gran cosa, pero ahora que tiene web y que tu lo recomiendas, creo que le dare una segunda oportunidad.
Qué desastre de título de entrada, Prendes. No recomiendo ese libro (que no he leído), sino que era un disémico juego de palabras, para enviar al lector a la conversación en el otro blog. Y chinpún.
Ah, bueno. Entonces, dare esa oportunidad simplemente a la conversacion.
(Saludos desde NC, a un mes de mi vuelta a Espanna).
¿No envió Dios a morir a su propio Hijo? Eso sí que fue una cabronada.
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