Nota bio-bibliográfica

22 de abril de 2007

Abriendo caminos

Estoy oyendo al divino divino Ludwig Van (como es nombrado en La Naranja Mecánica), y me devuelve los veranos de mi adolescencia. Desfilan ante mí las piscinas de un azul transfigurado, los pechos quinceañeros, la playa toda, la sal de las heridas, lo nunca vivido y lo siempre soñado. Dan ganas de salir al balcón y gritar a los cuatro vientos, gritar cualquier cosa, por el sólo hecho de articular la voz, de subrayar el hecho de estar vivo y recibir toda esta hermosura abrumadora, fiera, real, consistente, inesperada siempre. Se recibe como algo inmerecido, pero esto es lo menos importante, porque el oyente apenas puede pensar en sí mismo ante la coral oceánica del quinto movimiento. Lo importante es la música, que fluye como el agua torrencial abriendo caminos en las rocas. Caminos necesarios, en las duras rocas.

8 comentarios:

uca dijo...

ole!!!

Anónimo dijo...

si el sordo no hubiera escrito el segundo movimiento del cuarteto de cuerdas número quince, alguien tendría que haber nacido solo para escribirlo.
Para que podamos vivir, además de sobrevivir.

Adaldrida dijo...

Me gusta lo que dices, el grito fiero. ¡Grita!

Dal dijo...

¿Qué Novena era? Hay tantas maravillosas: Celibidache, Szell, Giulini, etc. De entre todas, yo me quedo con la Novena de "Lucerna" de Furtwängler (en Tahra). Y, si quieres, a vuelta de mail te envío una conferencia de López-Quintás sobre la sinfonía, el arte y la música, de caerte de espaldas.

Anónimo dijo...

Por favor, a vuelta o vuelta y media de correos mándale a Jesús esa conferencia que dices, que me vendría bien una caida de espaldas. Yo se la pediré a Jesús, al que veo para mi desgracia y la suya (aquí léase emoticón de "es broma") con frecuencia.

Es un tema que me interesa mucho. Te quedaré agradecido.

Dal dijo...

Take five, te la mando encantado a ti y a todo el que quiera. Basta con que me escribáis un correo ( codalies@gmail.com). Es una maravilla, pero "pesa" 11 MB. Mejor si tenéis una cuenta gmail o similar.

Anónimo dijo...

Tengo un amigo ateo medular que cuando escucha la parte donde los cantantes prescinden de la orquesta en cuarto movimiento de la novena, la parte que se conoce como A Capella, siempre me dice espero que si existe el cielo esto sea lo que suene allí.


El poeta del que te hablaba y no me acordaba es Ángel Gonzalez, y no le han dado el Cervantes, (que lo reservan para hermanos de la misma logia de ZP que no lo conoce nadie y "dice" que hace poemas, el pobre), sino el Principe de Asturias.
Y no acaba de morir, el pobre, que sigue vivo.

Como ves no di ni una.

Anónimo dijo...

Me gusta especialmente cuando dices: "Lo importante es la música, que fluye como el agua torrencial abriendo caminos en las rocas. Caminos necesarios, en las duras rocas." Es fantástica la imagen final.
Pero pregunto (no sé si puedo) qué Música conocéis que pueda abrir caminos necesarios entre las personas que son más duras que las rocas. Ojalá ...