Entre un compromiso profesional y otro, saco un momento para fotos por gusto. Lo que muestra mi balcón es uno de mis motivos favoritos, el atardecer urbanita, como los lectores de este blogg ya saben:
(Nota para aficionados: la segunda fotografía no es posterior en el tiempo, como parece indicar la luminosidad, sino anterior. Cosas de la velocidad y la apertura de diafragma).
Estas otras sí que son de un reportaje que me encargaron para el "Dido y Eneas", de Henry Purcell, representado por el Coro de la Univesidad de Sevilla:
3 comentarios:
Qué pedazo de atardecer el de tu casa, ¿me llevarás a verlo?, y que bonitas fotos, las de la ópera, bravo. Sigue en la brecha
Caprichos tiene el destino. Hace poco toqué la guitarra en el estreno de una obra (¿ópera?) en la sala Chicarreros (con sus violonchelos, violines, tubas, trombones, clarinetes, arpa y to la pesca...), y la cantante (dicho en jerga pop) era la del vestido naranja. Casualidad. Nada más...
son geniales los dos atardeceres. Mmmm, me gustan, gran Beades.
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