Respuesta a una encendida felicitación pascual:
"¡FELICIDADES TAMBIÉN PARA TI! Incontables tesoros nos aguardan al otro lado del sepulcro abierto, en el hueco dejado por Cristo, que es el mundo".
Y la Pascua siempre estará en sordina, por las sombras de esa oquedad, mientras aguardamos la Parusía. Leo en el diario de Bloy:
"27 de febrero. Martes de carnaval. "Revolución" en el Yonne. Algunos mequetrefes agitan este departamento, donde no cesan de vociferar como monstruos, en la ciudad y en el campo: "¡Abajo la Patria!", clamor que haría fácilmente de mí un homicida. Es extraordinario que un país esté gobernado, hipnotizado, enfurecido, enloquecido por un grupo de necios que tienen la escoria y que piensan ocultarla bajo un sofisma de mala calidad".
Como consuelo, como loriga, y como alimento, una historia inacabada.
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