"La miseria del pueblo español, la gran miseria moral, está en su chabacana sensibilidad ante los enigmas de la vida y de la muerte. La Vida es un magro puchero; la Muerte, una carantoña ensabanada que enseña los dientes; el Infierno, un calderón de aceite albando donde los pecadores se achicharran como boquerones; el Cielo, una kermés sin obscenidades, adonde, con permiso del párroco, pueden asistir las Hijas de María. Este pueblo miserable transforma todos los grandes conceptos en un cuento de beatas costureras. Su religión es una chochez de viejas que disecan al gato cuando se les muere".
(Ramón María del Valle-Inclán, Luces de Bohemia)
16 comentarios:
Enorme Valle. Gracias por recordarme este fragmento sin par. Añado, para redondear la estampa patria, otra perla suya (de la misma obra): "Las letras no dan para comer, las letras son colorín, pingajo y hambre".
Saludos.
Luces de Bohemia es muchísimo mejor teatro que todas esas cositas tontitas que hacen los actores-estrella que siempre encarnan al galán....
Pues, creo que Valle tenía mucha razón, pero lo peor es que, a pesar de cuarenta años de supuesta tutela moral reacondicionada, y unos decenios de democracia post-tridentina, Valle sigue teniendo razón.
Aunque las expresiones de desencanto por lo religioso se extienden a lo ancho y largo de geografías. A mí me gustán mucho los diálogos de Opus Nigrum, la Yourcernar siempre tan exquisita...
Curioso: el mismo Valle-Inclán tiene un no sé qué de gato disecado.
Valle Inclán es muy bueno, pero muy cabrón también. Es un tipo simpático, un golfo, y algunas de las cosas que dice, acierta.
Acierta cuando escribe "la gran miseria moral, está en su chabacana sensibilidad ante los enigmas de la vida y de la muerte".
Falla cuando hace de la anéldota mofa..."el Cielo, una kermés sin obscenidades, adonde, con permiso del párroco, pueden asistir las Hijas de María. Este pueblo miserable transforma todos los grandes conceptos en un cuento de beatas costureras. Su religión es una chochez de viejas que disecan al gato cuando se les muere".
Pero se le eniende.Aunque es un argumento muyyyyyyyyyyyy pobre.
Y muy mal escrito. Valle es muy complicado, barroco que te mueres. Y muy bueno.
Valle crea un monstruo para poder reírse de él, el mismo Valle que acuño lo del 'esperpento' y luego dijo que era la esencia de España (y tuvimos que leerlo en COU y casi llegamos a creérnoslo), porque él sólo era capaz de llegar como mucho a eso, a hacer esperpentos: no tenía ni idea de lo que es hacer algo bello y pensaba que todo era como él. Y bien cerca tenía a Machado, a JRJ, a Unamuno, que sí que sabían lo que eran la belleza, pero eso parece que no cuenta.
Luego te enteras (lo he leído hoy en un libro sobre Valle en Compostela), que tanto Valle como un amigo suyo tenían interés por el espiritismo. Acabáramos.
Y fue él -y no puedo perdonárselo- el que llamo a Galdós (y éste sí supo crear belleza, porque era misericordioso, algo que Valle no conocía ni por el forro) "don Benito el Garbancero", uno de los mayores crímenes contra España que se puedan pensar: embadurnar de basura la belleza.
No sé si se nota que Valle no me cae muy bien ni me gusta su obra.
De lo más rarete que ha dado la literatura española. Perdedor de oficio.
Bellas páginas modernistas. De vez en cuando, tan brillante como amargado.
No es mi tipo.
Estoy con Suso. Valle es genial, pero un cabrón a veces. No tiene razón siempre, y este texto suyo no es de los que más me gustan, la verdad. Me pregunto qué propone él a cambio.
¡¡¡Toma!!! Al lado de lo que ha dicho Arp, mi comentario es tibio.
A mí tampoco me gusta Valle, pero no sé si es por puro orgullo mío. Se creía muy especial, y no me gustan los que van de especiales.
Lo que desde luego pienso es que, como otros, lo que dice es opinable. Existe una tendencia laica a canonizar a muchos escritores que hasta ellos mismos se habrían asustado. Se creía especial, y luego los críticos lo arreglaron con kilos de botafumeiro. Como con García Lorca: lo siento, no me gusta. Ni aunque lo hayan asesinado, no me tengo que caer temblando ante él sólo por eso.
Tengo muy reciente la lectura de la trilogía carlista de Valle y debo decir que me encantó.
A mí me parece que la frase de Valle (¿o de Max Estrella?) es bastante acertada en lo que son interpretaciones mezquino-populares de la fe. Ahora, me pregunto hasta qué punto serán privativas de los españoles (o del catolicismo).
Por mi parte, disfruto bastante de Valle cuando lo leo (ya no muy a menudo), pero a pesar de toda su pirotecnia verbal y sus alardes épicos siempre me queda un regusto desagradablemente castizo. Si Galdós apestaba para él a garbanzo, a mí me desagrada de don Ramón su tufo mezcla de churros y lacón con grelos.
La guerra carlista... mi lectura no es ni mucho menos reciente, pero tengo buen recuerdo de ella. Siempre creí que, junto con la "Sonata de invierno" se hubiera prestado muy bien para una película histórica (prefiero al marqués de Bradomín de viejo que de joven).
Ya que me han obligado a hacer memoria, vuelvo al tema de los gatos disecados. Las imágenes de lo demoníaco que logro recordar en Valle-Inclán nunca me parecieron de demasiada altura -o profundidad: el abad de Lantañón vendía su alma al diablo porque don Juan Manuel Montenegro no le dejaba pasar por sus tierras; el susodicho don Juan M., después de volarle de un manotazo el cáliz con las hostias, decía "tengo miedo de ser el Diablo"; don Estrafalario, por su parte, afirmaba -como elogio- que la imprenta la había inventado el diablo...
Es una mirada siempre desde arriba, desde una superioridad que la experiencia vital desmiente.
A Valle-Inclán le falta decir: "yo formo parte de eso, y me duele".
He leido algunas cosas de el, sobre todo en plan militar hace muchos agnos. No me acabo de gustar. Muy retorcido. Pero lo que dice en esos parrafos escogidos es muy duro, y con decirlo se queda muy ancho, pero no alto, pues solo ve coordenadas horizontales. Alvaro.
¡Qué buena cita! Aunque esa "chabacana sensibilidad" no está monopolizada por la religión, sino que impregna también (¿o más aún?) la política, las ideas, la literatura... ¿Será verdad lo que decía Montesquieu y nuestra miseria moral se debe al clima cálido, que nos hace impermeables a la razón, la mesura y al sentido común?
Me pregunto qué y cómo escribiría hoy Valle sobre el mismo tema.
¿Alguien se atreve?
Interesante lo que plantea Alejandro. Pero requeriría compararnos con demasiados países antes de obtener conclusiones. Siempre he desconfiado del "Spain is different": la gente es tonta -por ejemplo- en todas partes, aunque no niego que pueda haber maneras muy españolas de ser -por ejemplo- tonto.
No sé qué escribiría hoy Valle sobre el tema. Pero en cuanto al cómo, apuesto a que Umbral estaría convencido de que igual que él.
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