Nota bio-bibliográfica

15 de julio de 2007

Es domingo, fue domingo

Fue domingo en las claras orejas de mi burro...

La fugacidad del tiempo también afecta, afortunadamente, a los domingos por la tarde. Quien lea estas líneas a media tarde, quizá esté viviendo un domingo feliz, o por el contrario escucha el minutero sisífico, ansioso por que lleguen los programas deportivos -y después taurinos- de medianoche, en la radio. En ese momento postrero, hay una opresión que sabe a lunes, y "al atardecer de tu vida". Pienso si llegará un día en que viva los domingos de un modo pleno, libre, feliz, y escucho por respuesta el minutero, que ahora ya no es Sísifo, sino César Vallejo. Es, fue, es, fue, es fue, suena en vez de tic-tac. El "será" es el timbre del despertador, aún callado, amenazante.

5 comentarios:

E. G-Máiquez dijo...

plas-plas, plas-plas... iba aplaudiendo mi segundero mientras leí tu entrada.

Anónimo dijo...

Bueno, amanezco leyendo tu entrada... los domingos normalemente amanece a las 11.30 AM. Así que... es una linda forma de empezar el día.
Muy lindo Jesús, como siempre.

Adaldrida dijo...

Qué grande.

Adaldrida dijo...

Y yo que, ahora con la tesis, no distingo un domingo de un lunes... Qué rara sensación.

Agus Alonso-G. dijo...

Nunca me han gustado los domingos, la verdad, ese aire decadente que tan bien pintas aquí. Donde este un sábado, con toda su incompletitud...