Hace no sé cuántos años unos amigos, Pablo Moreno Prieto, Paco Gallardo, Javier Diestre... nos fuimos de fin de semana a la Extremadura profunda, y el viernes por la noche nos sentamos a degustar productos selectos del cerdo ibérico. Era el casino del pueblo, de los de ABC atrasados, mesa de billar de color indefinible, macilentas lámparas, coñac Terry y Faria con palillo. Sólo al final, en la molicie del café y el aguardiente, alguien dijo --recuerdo que éramos de colegio del Opus-- "¡Peaso de cochifrito de Viernes de Dolores que nos hemos jincao!". Ante la cual otro contestó: "Estamos dispensados: somos peregrinos".
1 comentario:
Arderéis con carbón de encina.
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