Hoy se debatido intesamente sobre los blogs como género literario, en una mesa redonda organizada por la revista Númenor. Ha sido en el salón de grados de la Facultad de Derecho de la Hispalense (sí, ya sé que debería haberlo avisado antes).
Adaldrida dice –y se equivoca– que un blog, si pasan los días y no hay entradas, se muere. No. Algo tiene de vida latente, de expectación amorosa, entrar cada día y ver esa última entrada, que nos invita a pensar aún más, de otro modo, otra vuelta de tuerca. Y además, imaginad un blog que se quedara parado, pero que ya hubiera cumplido añitos (ni sé cuántos tiene éste). Alguien que, googleando, lo encontrara, por una búsqueda cualquiera, podría sentir fascinación por lo que allí lee. Y empezaría a dar marcha atrás, en la línea del tiempo, leyendo el blog completo, con sus comentarios. Sería, a lo mejor, un viaje apasionante, el descubrir que, después de todo, no había estado solo todos esos años, sino que allí se tenían interesantes conversaciones sobre los temas que precisamente a él le gustan. Allí encontraría un mundo completo que explorar, un mundo inquietante en su abandono y letargo, pero testimonio de vida. Como en ese relato de las Crónicas Marcianas de Bradbury, en que llegan a Marte y se encuentran una réplica de la tierra, con sus edificios emblemáticos, sus ciudades, sus desiertos... pero vacíos. En algún momento se fueron.
Cierto día, siente la necesidad de dejar un comentario, en una entrada de hace años. El autor recibe el comentario, y esto le anima, y le contesta, y entran otros (reader funciona), y así. Y de repente, el blog despierta. No estaba muerto, estaba, como nuestros ordenadores, en reposo.
Y ahora, una fotito.
24 comentarios:
Sí, el blog se mantiene vivo gracias a google y a esa marcha atrás que con tanta emoción describes. Pero el blogg no tanto. Los que entran siempre, en una click que tiene mucho de expectación, se llevan un pequeño chasco diario, o un charco diario, porque el blog, que tiene mucho de río, se encharca. Lo de Llir entre cards, por tanto, no era sino un bonito elogio indirecto.
¡No está muerto, está dormido! Estoy de acuerdo: nunca se sabe dónde (ni cuándo) salta la liebre. Pero los lectores agradecemos frecuentes novedades.
Pedazo de entrada, Beades. Y además, a los bloggeros guadiana nos consuela mucho.
aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaay Beades. No me van a convencer tus cantos de brujo. Aunque la literatura se vista de seda, literatura se queda.
Y dicho esto, me gusta tu argumento, y hasta te puedo dar la razón, pero es que el lector medio no te la da: el 99,9% de lectores de blogs, que no son tan simbolistas y metafóricos y profundos como tú, si entran en un blog y ha pasado más de dos semanas sin actualizarse, se rayan. Sí, se rayan. Y, o protestan o se van. Y podemos ser como Buko o tú y decirles, "pues grita", darles bolilla y punto, pero si queremos cierto ritmo en el blog (lo dijo EGM, no yo) hace falta cierta asiduidad.
Esa es mi opinión, y yo la comparto.
Ro: no quiero cierto ritmo en el blogg. Me da igual, no me pagan, no tengo ninguna obligación, no pasa nada. El blog es, en cierto sentido, intrascendente (en otro, trasciende como todas las cosas lo hacen). Y lo del 99 por cieno, etc, supongo que es una forma de hablar ¿o has hallado un modo de medir la reacciones emocionales de los lectores del blogg? No vale extrapolar lo que tú sientes, o algunos más.
¡Simbolista! ¡metafórica! ¡profunda! (y que esto lo diga una poetisa...)
Olé la foto!
Gracias, AnaCó. Aunque parezca mentira, no tiene apenas posproducción: ni un toque en el balance de color, sólo la he oscurecido un punto. Tengo un balcón estupendo.
¿Ves cómo la comparto? EGM tiene razón, el blog no muere, el blogg sí. No estoy extrapolando nada, me baso en declaraciones tan sinceras como la de Carlos. Pero bueno, por eso no voy a discutir.
"No pasa nada, el blog es intrascendente". Pues no. No lo es al menos para mí. Y eso sí que lo tengo claro como el agua clara. Cómo te gusta de repente decir que casi nada importa de verdad. Y yo que creo que estas cosas pequeñas son importantes, ya que nos llenan. No todos los días te casas, tienes un hijo o una revelación teológica. Tampoco todos los días se te muere algún ser querido, gracias a Dios. Importar importar... a mí me parece que estas conversaciones interminables tienen importancia.
Y creo, siguiendo el diálogo de ayer, que insultar a un blogger no es insultar a un ser fictício. De hecho tú retaste a duelo a uno que se metía conmigo.
Qué tranquilidad saber que un comentario en entrada antigua de blog también es leído... tenía mis dudas.
Desde la edad de piedra, un saludo.
Como comentamos ayer, el reader o la lista de blogs (blogroll) te permite ya saber quién ha escrito una nueva entrada sin necesidad de la "ronda diaria". Esto supone que cualquiera de los "fieles" puede saber cuándo publicas y acercarse por tu casa. También hablamos ayer de contadores, y estos te dicen que cuando no hay novedad, los vistantes decrecen "alarmantemente" y en cuanto publicas, vuelven a su cifra habitual. Pero sé de muchos buenos blogs que se mueven muy poco y no llegan a alcanzar un número elevado de lectores. Al menos, hasta que cristalice el blog y se asiente, la regularidad -y la calidad, claro- es necearia (a no ser, claro, que te llames, digamos, Julio Martínez Mesanza, y entonces estamos hablando ya de otra cosa...)
Qué despierto está hoy tu blog, Beades, y qué bien le sienta... Y además Rocío te regala una idea memorable: "Esa es mi opinión, y yo la comparto".
Me ha gustado mucho la idea del blog en reposo, latente, que espera, como la primavera, una brisa cálida que lo despierte. Entro a menudo en el tuyo, que afortunadamente no está dormido.
Yo estoy completamente de acuerdo contigo, Jesús. Un blog no se muere porque dejemos de escribir entradas. Hace unos días hablaba de que la libertad guiaba mis pasos en el blog; la libertad de escribir y de no escribir. Como tú, no siento la presión de tener que hacerlo cada día. Yo soy un "blogger" lento, pero a diferencia de ti sí trato de perseguir cierta cadencia en las actualizaciones: una o dos cada semana.
Aún ese reto en tu blogg fue intrascendente, Ro. Retar, o insultar, a un nick, no tiene ninguna importancia.
Otra cosa es que se conozca –de modo fehaciente– al que escribe. En ese caso, es más una relación epistolar, como un iméil. Pero un blog, por mucho que al tuyo acudan tus amigos, y te lo pases bien y tal, está a disposición de todos, puede entrar cualquiera. De hecho, muchos entran que tú ni te enteras. Para tener relación personal con unos cuantos, y contarles tu vida, están los blogs cerrados a unos pocos, que son rarísimos. O las comunidades sociales, como Tuenti.
"No todos los días te casas, tienes un hijo o una revelación teológica". Interpretas la trascendencia del blog a la luz de cómo es el tuyo. Pero no tiene por qué ser la norma; de hecho, comprobarás que apenas cuento nada personal aquí. Y si algún comentarista lo hace –si cuenta algo personal mío–, borro el comentario, por lo general.
Gracias a todos por vuestros alentadores comentarios. Se ve que la putrefacción de este sitio no huele tan mal.
Plantearé una analogía. Si padeces una sequía lírica –de la que nos hablas a veces– no se te ocurre pensar que la Poesía ha muerto, o tu vocación poética. (Ya sé que sí se te ocurre, como a todos algunas veces, pero no es cierto). Claro que agradecemos que nos salga un poema. Pero si no nos sale, no se muere la poesía para nosotros. Sigue, latente, en el modo de mirar las cosas, en los libros que leemos, en los poemas de los demás, en otras actividades. Y, cuando menos se lo espera, salta la liebre. Que estaba, que está, muy viva.
Pues para reivindicar el letargo, qué despierto veo este blogg.
Beades, ¡es que no digo que el blog como género (?) muera cuando dejamos de escribir entradas! El que muere un poco es nuestro blogg.
Y no sé por qué te empeñas tanto en decir que no todos los blogs son como el mío y que hablo desde mi experiencia, ¡toma, claro!¡Eso es evidente! No voy a hablar desde la tuya. Si no quieres darle a tu blog un tinte personal (que creo que lo tiene más de lo que piensas), estupendo, pero no porque el mío lo sea estoy en menos condiciones para teorizar sobre lo que es un blog.
Uf, me ha salido un trabalenguas.
Creo que una salida de tono molesta a cualquier nick que se precie, eso es todo. Y no sé qué diablos tiene que ver que entren mis amigos "y me lo pase bien" para pensar lo que pienso.
Yo, que soy una bloguera -guadiana, estoy contigo; pero para despertarlo del todo hay que trabajar y, pasado cierto tiempo, anunciar visitando que se ha vuelto, porque las visitas habituales se cansan si no hay novedades.
FELIZ NAVIDAD, Beades. Un abrazo
La analogía del poeta con el blogger está bien, Beades, pero yo al blogger lo veo más cerca del diarista, y éste, si no escribe con cierta regularidad, no es diarista.
Lo importante (o, mejor dicho, lo que a mí me afecta) es que esa regularidad puede y probablemente debe estar espaciada. Sin silencios no hay música, y sin remansos, los ríos son torrenteras. Yo defendía la fluencia, no mi propia grafomanía. Organvídez en realidad no postula la dormición, se marca un ritmo muy apacible, que es justo el mismo que propuso Llir: dos entradas por semana. Otra opción a tener en cuenta sería un ritmo interactivo: que sean los lectores los que mantengan viva una entrada mientras van haciendo comentarios. Darles su tempo, su tiempo. Fue muy revelador el comentario de Glez Romano en el que se hacía eco de las quejas de algunos lectores que no podían seguir el ritmo de las entradas.
Y conste que estamos pedaleando sobre el blog ideal. Luego que cada uno haga lo que le dé la gana, por supuesto.
Había hambre de Beades, por lo que se ve.Es una tapa que se prodiga poco y, claro, cuando la ves te vas a por ella
Ro: no te reprocho que hables desde tu experiencia, lo que es inevitable (y deseable), te digo que tu experiencia no es la norma. Ni por cierto la mía. Esa distinción entre blog y blogg ya me está parenciendo un poco tontorrona ¿es que somos muy especialitos nosotros o qué? Y te decía, respecto a lo de los amigos, que el blog está abierto para cualquiera, por lo que excede el concepto de comunidad social.
Enrique: la asimilación con el diarista está bien, hasta cierto punto. El diarista cuenta lo que le ha pasado ese día, o lo que ha pensado. Pero el bloguero no tiene por qué; sus entradas podrían ser intercambiables en el tiempo, en muchos casos, pues son ocurrencias que a lo mejor tienen meses, o años, e incluso pueden haberse copiado-pegado de un archivo que teníamos por ahí. La novedad es que antes no estaba colgado en el blog, y desde que hacemos click, sí, a disposición de todos, y abiertos los comentarios. De hecho, ¿por qué va a interesar más lo que he escrito esta mañana que lo que escribí hace meses? Hay un eterno presente en internet, que hace que esté todo en mi pantalla, cuando lo busco. Y lo que me gusta, lo valioso, lo interesante, es presente para mí.
A modo de resumen, o declaración de intenciones (sé que liberal): un blog es un sitio personal en la Red, donde uno cuelga lo que le da la gana, cuando le da la gana, porque le da la gana (razones todas muy sobrenaturales, guiño). Y el que quiere, entra y lo mira, y el que no , no. Y yastá. Y punto. Y ajuí.
Ah, Maria Jesús: eso de entrar por ahí avisando de que uno ha actualizado, ya está muy pasado. Ahora se suscribe uno a un blog, y el reader te canta si hay cositas nuevas.
Esto marcha. Si siguieran creciendo los comentarios, ¿no sería como mandar a callar si pongo una entrada nueva? En lo de los tempos tienes razón, Enrique. Pero también te puede dar igual. Al final, esto tiene la importancia que uno le da (ahí mi argumento de intrascendencia). A ratos está unos más bloguero, y a ratos no.
Además, ha sido un hecho "de la vida real" (la mesa redonda del otro día), el que ha suscitado este goteo de comentarios. La vida pone más que un post bonito.
¡Por supuesto que somos especiales! Tú eres especial, yo soy especial, Enrique es especial. Claro que sí.
Pero no distingo entre Blog y Blogg por creerme "especialita", sino porque como dijo Buko, hay muchas clases de blogs. Habrá, no lo dudo, blogs en los que la asiduidad no sea oblligada y su ausencia no rompa nada, pero un blog literario o poético (o Blogg) necesita un ritmo. Por eso me parece muy legítimo que alguien diga, yo no quiero que haya ritmo en mi blog. Muy bien, pues yo sí, y en los que considero bloggs espero inconscientemente ese ritmo.
Me ha gustado tu última frase.
¿Y quién dice que esto es un blog literario?
"Espero inconscientemente ese ritmo" dista mucho de las argumentaciones sobre como debería ser el blogg. Está más rebajado.
Y sí que tiene ritmo este blogg: el del verso libre.
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