Como
dije, mañana salgo para Dublín, a ver al mano lenta. Clapton no es Dios, como decían las pintadas, pero fue tocado por la Gracia, y es un superviviente. Así que este fin de semana vamos de peregrinación, al corazón de la dicha, en torno a tres acordes inagotables, plenos. No digo más porque me comen los nervios.
1 comentario:
Joooo qué envidia, pero no por Clapton sino por Irlaaaanda!!!
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