Nota bio-bibliográfica

18 de julio de 2007

La búsqueda de "algo" (y la espera, claro)

"Hubo un asunto que jamás se me ocurrió plantearme. Nunca me di cuenta que la misma fuerza y facilidad de la postura pesimista nos presenta un problema en forma inmediata. Si el universo es tan malo, o aun medianamente malo, ¿cómo explicarse el que a los seres humanos se les ocurriera atribuirlo a un creador sabio y bueno? Puede que los hombres sean necios, pero no tanto como para llegar a eso. El inferir en forma directa del negro al blanco, de la flor ponzoñosa a la raíz virtuosa, de la obra sin sentido a un artífice infinitamente sabio, desequilibra la fe. El espectáculo del universo, tal como lo revela la experiencia, jamás puede haber sido el fundamento de la religión; siempre debe haber sido algo, a pesar de lo cual la religión, adquirida de una fuente diferente, se conservó."

(C.S. Lewis. El problema del dolor)

8 comentarios:

Suso dijo...

Amigo Beades,no está tan claro eso de que "a los seres humanos se les ocurriera atribuirlo a un creador sabio y bueno".Antes de Jesús - que sí afirma que Dios es un Padre Bueno - el Creador era el Gran Cascarrabias y un tipo con una Malaleche de aupa. Y en algunas mitologías un follaca insaciable, un antropófago que necesitaba de carne fresquita de vez en cuando y, vamos, tole, tole...

Anónimo dijo...

Este pasaje tan interesante de Lewis me recuerda de algún modo a la reflexión de Papini sobre Leopardi.

Jesús Beades dijo...

...que bien podrías recordarnos, Jose Luis.

Anónimo dijo...

Papini, creo que es en "Espía del Mundo", reflexiona sobre si Leopardi es realmente pesimista o no. Y termina, diciendo, con razón, que si se atreve a expresar en voz alta ese pesimismo, no debe ser tan pesimista en el fondo. El pesimismo, así, es una anhelo de algo que late detrás de un mundo que vemos tan malo, y que intentamos buscar. Incluso, a más distancia, es lo de Hölderlin -¿era Hölderlin, verdad?- de que allá donde está el mal está la salvación. Sobre eso, sobre el pesimismo como anhelo y salvación, se podría escribir algo interesante, estoy seguro de que se ha escrito ya.

Anónimo dijo...

Si el universo es tan malo, o aun medianamente malo...

habría que definir "malo" aplicado a la creación.
Yo creo que el universo simplemente es.
Incluso se podría decir que es perfecto ontológicamente.
Luego, como decía Woody Allen, te llega la letra de la hipoteca y a tomar viento la perfcción.
Es posible que el rayo te queme la casa, pero no por eso es "malo".

Parece ser que el aire que respiramos es una auténtica putada, lleno de corrosivo oxígeno, y además pesa un huevo, mas de una tonelada sobre el cerebro... pero como para sobrevivir esa es justa la presión que nos hace estar cómodos, ya no es "mala"...

Juan Ignacio dijo...

Quien habla de esto es Luigi Giussani, el fundador de Comunión y Liebración, cuando habla de "El sentido religioso". Buscando un texto de ese libro para dejarte fue una sorpresa encontrar que cita unos versos de Leopardi (autor mencionado por el comentarista jose luis). Dice:

Frecuentemente cuando yo te miro / Tan muda estar en el desierto llano, / Que en su lejanía confina con el cielo / O bien con mi rebaño / Seguirme en mi camino lentamente / Y cuando miro en el cielo arder las estrellas, / Me digo pensativo: /¿Para que tantas luces? / ¿Qué hace el aire sin fin y esa profunda / infinita serenidad? ¿qué significa esta / soledad inmensa? ¿Y yo qué soy?

Anónimo dijo...

Hermosos versos, Juan Ignacio. Yo tengo los "Cantos" en la lista de libros, pero por ahora sólo conozco a Leopardi por referencias de otros autores. Me ha gustado mucho poder leerlos. Toi, me parece un poco peligrosa tu postura. Quiero decir, por una parte la veo entre un historicismo hegeliano (eso de que el mundo es ontológicamente bueno me recuerda a "lo real es racional, lo racional es real) y por otra parte ¿un fatalismo budista, quizás estoico? Creo que si no se acepta la posibilidad de la maldad, e incluso la existencia extendida de lo malo (no hablo ahora de lo Malo, que es otra cosa) mal podrá haber una rebelión ética contra ello, e iremos replegándonos en un espacio cada vez menor. Lo de la libertad interna (presente también en algunos autores cristianos) frente a la tiranía -para ejemplificar una forma del mal- sólo lleva al final a la extensión de la misma.

Anónimo dijo...

Encuentro el argumento de Lewis un poco flojo. De hecho, la objeción contra la religión que formulan muchos ateos es que precisamente fue el desagrado del hombre ante un mundo que se le presentaba odioso y contrario a sus deseos, lo que le hizo inventarse un Creador bueno que le diese un sentido totalizador (e incluso prometiera un happy end) a todo este cúmulo de barbaridades y sinsentidos. Según Nietzsche, por ejemplo, fue el resentimiento del pueblo judío -humillado y sometido durante siglos- lo que le hizo idear un Dios bondadoso que castigara a los malos (léase: los poderosos) y recompensara a los buenos (léase: los ahora puteados). Y así surgió el cristianismo. Ese Dios no es bueno tanto por lo que hizo (crear el mundo) como por lo que hará (poner todo en su sitio). Antes del cristianismo, Dios era para muchos lo que explica Suso en su comentario, lo cual me recuerda, por cierto, que incluso algunos de los primeros cristianos (gnósticos) adjudicaban la creación del mundo, no al Dios de Jesús, sino al demonio, identificado con el demiurgo platónico. Pues, ¿cómo iba el Dios bueno a crear un mundo tan miserable...?