"La toma de Antequera en 1410 por el infante don Fernando, apodado desde entonces “el de Antequera”, marca uno de los sucesos más sonados de la reconquista. Cuenta la leyenda que, hallándose el infante indeciso sobre qué objetivo atacar, se le presentó una joven resplandeciente rodeada de leones que le espetó: "Manaña, salga el sol por Antequera y que sea lo que Dios quiera". Cuando la ciudad sitiada se le rindió, sus habitantes emigraron a la capital nazarita para formar el barrio de la Antequeruela..." De aquí viene el dicho.
Ante la indecisión, a veces, lo mejor es decirse "Que salga el sol por Antequera". Hemos comprobado que la ansiedad expectante se calma con la acción. El problema es que no tenemos certezas, apariciones, "una joven resplandeciente rodeada de leones". Pero el Señor Bueno elogia al que, sin tenerla, vive (que se lo digan a Tomás Dídimo). La Fe ocupa el lugar de la joven, el resplandor y los leones;
6 comentarios:
Hombreeee! Aleluya, y enhorabuena por el resucitado blogg. Compañero, a mí me "riñen" por una semana de silencio, aunque tu caso es de perdonar, por aquello del poeta (casi)recién casado
Gracias! Me encanta descubrir el porqué de los dichos. Y como dice Rocío, qué bueno que vuelvas a escribir aquí.
el problema es que no tenemos certezas
Y la suerte también
sino, ¿qué nos sorprendería??
Un abrazo
Hay cazurros que dicen "salga el sol por donde quiera". Esto añade un plus de tarambanez que es ajeno al original.
Pues yo añoro las certezas que antaño creí a pies juntillas. Qué difícil es vivir en el escepticismo como paradigma intelectual; qué difícil. Pero ahí seguiré, y espero que al retomar el sabor de las certezas que me asalten por el sendero me deje de doler la libertad a la que los hombres estamos encadenados.
sul.
Estoy con Rocío, celebremos la vuelta del Gran Beades!!!
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