Nota bio-bibliográfica

5 de junio de 2006

matrimonio por amor

Como decía nuestro amado Lewis, pretender que el único motivo lícito de matrimonio sea el "amor", sería condenar toda nuestra estirpe, que lleva milenios casándose por motivos tan espúreos como la reverencia a los padres, la búsqueda de la fertilidad, la creación de un hogar, el deseo sexual, la fidelidad a Dios. Y el sentido común. El "matrimonio por amor" sólo lleva de moda un par de siglos (y en continua metamorfosis) .Y sólo en occidente.

17 comentarios:

Enrique Baltanás dijo...

Y los resultados a la vista están.
No obstante, ¿no será que se ha triviliazado y tergiversado el significado de la palabra amor? ¿Los amores de un día, o de dos años, son realmente amores?
Unamuno llamaba a su esposa, Concha Lizárraga, "mi costumbre".
Y el matrimonio es eso, una costumbre... que a veces nos saltamos.

Inma dijo...

En cierto modo, casi mejor.
Porque si es verdad lo que dicen las estadísticas, que de dos parejas que se casan -en principio por amor- una se divorcia, el "amor" se está desprestigiando tanto que es una pena.
A lo mejor es porque algunos se lo toman como lo que decís que en realidad es: una moda, una costumbre.
Para el resto, mejor no leer a Rougemont y evitarse el desencanto.

Juan Ignacio dijo...

Quizás más que el "matrimonio por amor" estamos necesitando el "amor por el matrimonio"...

Al menos hasta que sepamos más de amor...

E. G-Máiquez dijo...

Grandioso retruécano, J.I.

Corina Dávalos dijo...

¿Y que hay de la promesa de amor? No dudo que muchos que amores de un día -o de muchos más- puedan ser auténticos amores... solo que olvidan o ignoran cómo seguir siendo amor.

Inma dijo...

Pienso como Anacó. El matrimonio por amor es licitísimo, nada más faltaría. Pero el problema es que hay que entender bien lo que significa este amor, no sólo como el sentimiento -hermoso y apasionado pero también pasajero, endeble y caduco- que suelen presentarnos en las películas y canciones de moda, sino también como entrega generosa, compromiso y voluntad.
Pero si es amor del bueno -y si los dos saben amar en consecuencia-
no hacen falta más motivos lícitos. Creo yo...

Jesús Beades dijo...

"entrega generosa, compromiso y voluntad" son requisitos para el soldado, para una tarea artística, para muchas actividades. Llamándolas "amor" rellenamos la ecuación con facilidad, pero no salen las cuentas. ¿Qué es "amor del bueno"?

"Pero si es amor del bueno -y si los dos saben amar en consecuencia-
no hacen falta más motivos lícitos. Creo yo..." Este solía ser el argumentario del adulterio "por amor" (Confróntese: La muerte de Arturo, o Los puentes de Madison).

Inma dijo...

Entiendo tu visión. Y lamento que me hayas juzgado como una "idólatra" del Eros, como diría C.S. Lewis.

Si no entendí mal en el magnífico libro "Los cuatro amores", Lewis censura la recurrencia al "amor" como pretexto para realizar cualquier tipo de acción (adulterio, traición a un amigo, falta de caridad, etc), lo que convierte al hombre en un "idólatra" de Eros, al que cree rendir un sacrificio.
Insiste el autor, más adelante, en que el Eros desaparece más tarde y entonces "nosotros somos los que debemos esforzarnos por hacer que nuestra vida cotidiana concuerde más plenamente con lo que manifestó aquel destello". Para esto es necesario "humildad, caridad y gracia divina".

Sólo tengo una objeción, ¿en qué consiste exactamente el "Eros" del que habla Lewis?

No tiene nada que ver con el amor maduro, reflexivo y comprometido que -yo creo- debe llevar a un matrimonio, sólo ese puede convertirse en el amor capaz de seguir amando cuando desaparezca el Eros, más allá de la juventud, la belleza, las dificultades o la rutina. Sólo ese puede convertirse en el amor que poetiza Chesterton en el emocionante poema que nos ha mostrado García-Máiquez.
Ese -y no otro- es para mí el amor.

Respecto a tu opinión de que la entrega, la voluntad, el esfuerzo, etc... son cualidades más propias de un soldado que del amor, me sorprende viniendo del autor del poema "DEL AMOR, DE LA GUERRA":

"Dios ha querido/ que en esta vida amemos con empeño,/ con paciencia y tesón, pues es oscuro/ el bosque que amenaza al amor puro./Que el amor que es más libre tiene dueño,/ un amor decidido, amor que canta/ que a fuerza de minucias se levanta."

Y por último, me gustaría que fueras tú ahora quien nos explicaras cuál es el motivo lícito para el matrimonio. Me interesa muchísimo.

Buentes dijo...

Hmmm, es un gran tema. Creo que el Amor se viene utilizando de mala manera... la gente confunde sexo y atracción con el amor, visto lo visto, ya sabemos de las consecuencias que esto conlleva. Creo, como Inma y Anacó que se puede también llamar Amor a esas relaciones de dos días o dos años, sólo que no han sabido llevarlo adelante y acaba por extinguirse. También la gente a olvidado que el Amor existe más allá del dedicado a las personas... quién posee verdadero amor por su trabajo ahora?? En mi caso, mi trabajo es estudiar y en un futuro, si DIOS quiere, escribir, y verdaderamente amo ambas cosas... La gente ya no ama... la gente es atraída por algo y rapidamente lo olvida, la sociedad consumista, del ahora y rápido...

Jesús Beades dijo...

"Lewis" define el Eros como "el amor en que los enamorados están", una ráfaga emocional, una congoja, un pálpito, un estado en que los defectos del otro no se ven, o se ven bonitos. Es pasajero. Chesterton defendía -de ese modo suyo poético- el matrimonio por amor porque, "si el matrimonio es una espada, mejor que los aceros se unan cuando están al rojo vivo". Esta cita es entusiasta y genial, pero la reflexión de Lewis es más realista.

"Respecto a tu opinión de que la entrega, la voluntad, el esfuerzo, etc... son cualidades más propias de un soldado que del amor..." Amiga Inma, yo no he dicho tal cosa. Relee y verás que no. Lo que digo es que con llamarlas "amor" no hacemos nada. Siguen siendo "algo más que amor", una práctica esforzada propia TAMBIÉN de tantas otras actividades. Los cristianos lo han llamado "ascética".

Me parece que lo que quieres es quedarte con la hermosa visión del romanticismo, pero sumándole el realismo propio de la cristiandad. No me parece mal. Pero eso no es de lo que hablaba.

Siento decirte que no me gusta nada ese poema que citas.

Los motivos lícitos para acudir al matrimonio los tienes en el código de derecho canónico. Es decir, es lícito acudir al matrimonio siempre que no haya impedimentos que lo hagan inválido o nulo.

Inma dijo...

Siento haberte recordado un poema que no te gusta. Eso fastidia mucho.
No comparto tu manera de juzgar mi concepto del amor como la suma de "la hermosa visión del romanticismo" y "el realismo propio de la cristiandad".
En mi visión del amor esa "ráfaga emocional" romántica tiene poca, -sino nula- importancia. Pero en fin.
Agradezco tu exposición sobre los motivos lícitos para contraer matrimonio. De haber sabido que empleabas la palabra "lícito" en su sentido literal, nada hubiera escrito en esta entrada.

Sin embargo, espero llegar al matrimonio considerando lícito mi acto por algo más que la ausencia de "impedimentos que lo hagan inválido o nulo".

Anónimo dijo...

"Es lícito acudir al matrimonio siempre que no haya impedimentos que lo hagan inaválido o nulo."
No conozco el código de derecho canónico, ¿será no amarse causa de impedimento?... desde luego, conociendo la complejidad de las relaciones humanas, a mí me parece conditio sine qua non.

Anónimo dijo...

Hace ya tiempo, que no contestas mis correos, y veo que tu blogg sigue siendo tan bueno.
Hoy en día an cambiado todo, el concepto de amor es totalmente diferente con el que entendían hace ya tiempo... Pero ahora como dice Beades en Te quiero, "unas palabras que son de Dios, y el mundo prostituye"

Jesús Beades dijo...

Amiga Inma:

Quizá tú ibas por otro camino en la conversación, y estabas apuntando, no a lo lícito, sino a lo deseable: amor de sentimiento, pensamiento, acto y omisión. La unidad de la persona que ama. Pero pienso que el sentido literal es el primero. A partir de ahí construimos.

-"Sin embargo, espero llegar al matrimonio considerando lícito mi acto por algo más que la ausencia de "impedimentos que lo hagan inválido o nulo"."

No es el discípulo más que su Maestro, y si la Iglesia considera lícito un acto, ¿quiénes somos para enmedarle la plana?

Pero si necesitas más ¿qué es ese algo más? Definirlo no sería fácil.

-"No comparto tu manera de juzgar mi concepto del amor como la suma de "la hermosa visión del romanticismo" y "el realismo propio de la cristiandad".

Es una pena, pues es mi concepto del amor (deseable), que disfruto encontrando, por ejemplo, en Chesterton.

-Amigo Alberto, la cuestión es que "amarse", más que un requisito, situado en el presente, es la tarea del matrimonio, que se desplegará en el futuro como un mapa. Por eso la Iglesia no pregunta a los contrayentes por su amor presente (que, por mucho que sea, es embrionario o "incoado"), sino por la intención con la que acuden al Sacramento.

Y esa tarea es el ojo de la aguja. Nosotros, los camellos.

Breo Tosar dijo...

Amigo Jesús, pensaba que eras un idealista.

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