Nota bio-bibliográfica

27 de enero de 2007

Aquel lugar



ALBA


Desde el aire acarician las gaviotas
con su vuelo los arcos de las antiguas plazas.
Tiene un raro misterio la bahía,
y silencio las calles.
Los obreros del muelle ya trabajan,
mas susurran cantando las sirenas de Cádiz
y se saben en manos de dioses compasivos.
Hay una mezcla de promesa
y de monotonía
en el aire del mar, en la frescura
que humedece mis labios. Y a lo lejos
- leves pájaros blancos - una luz presentida que diviso
mientras los barcos de la noche vuelven.

(Alejandro Martín Navarro)

Hoy se ha presentado en Sevilla el libro de Ale, y José Julio Cabanillas ha dicho unas cuantas cosas muy emocionantes, sobre Ale y sobre la poesía. Hablando de la individualidad de cada persona, insustituible y distinta, recordaba la imagen de Gerald Manley Hopkins sobre una ciruela que se muerde, y su sabor ácido y dulce a la vez es peculiar e intenso, como el "sabor" de cada persona (que Cristo "probase" en el Calvario). Las típicas preguntas -seguía José Julio- sobre "los temas" de un poeta son vanas, pues lo importante no es de qué se habla, sino quién habla. La Poesíá es alguien, que habla con otro alguien, en la intimidad, y esta intimidad es un clamor de siglos que suenan como un susurro. Para que nazca un poeta se tienen que juntar el Cielo con la tierra. Pero la diferencia entre un poeta mayor y otro menor es que el primero -Dante, por ejemplo- recopila en su voz personal y distinta toda una tradicion, una cultura. Ale es un poeta mayor.

7 comentarios:

Adaldrida dijo...

Sois unos *+---¡!¿?+*]ñetos. Que quede claro.

E. G-Máiquez dijo...

Sentí mucho tener que quedarme en aquel lugar del "Alba", o sea en éste, en Cádiz, y perderme la presentación. Donde me he encontrado ha sido en el libro, estupendo.

Anónimo dijo...

Gracias, Jesús, fue estupendo ver a tantos buenos amigos poetas por allí. Eché de menos a los aquí escribientes, entre otros.

Anónimo dijo...

No me lo creo, ale, si no, pruebas concluyentes.

Anónimo dijo...

Vaya, Rocío, lo siento, yo escribí con bastante antelación un email colectivo a todos aquellos que tenía en mi agenda de direcciones, y supuse que la noticia se extendería por allí...

Anónimo dijo...

Vale, vaaale, me vale.

Jesús Beades dijo...

¡Qué buenas eres, Adal, yo estaría todavía tirándome de los pelos de la barba!