"Era Semana Santa,
    al bajar la marea.
    Iban todos a misa
    de la mañana, y mientras,
    nosotros -ganapán
    en ristre- por la arena,
    entre algas y rocas
    y olor a sal seca.
    Ya sólo era cuestión
    de pericia y paciencia,
    mojarse hasta los muslos,
    vadear bien las piedras.
    Era un escalofrío
    recorriendo las piernas,
    igual al que aún sientes
    al hacer un poema".
Este es el poema del comentarista del otro día, de nombre Santiago. Todo un poemón, y en concreto, un metapoemón.
Y cuando el Jesu me mande las fotos del Café del Cine, pondré alguna. ¡Los Walkman!
2 comentarios:
¡Es muy bueno!
¡Magustao mucho!
¿Oye, que sí es muy bueno!
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